Rosquillas de la abuela

Para hoy tengo rosquillas de la abuela o rosquillas de pueblo. Los días están fríos y apetece comer unas buenas rosquillas con una taza de chocolate caliente, bien sea en el desayuno o en la merienda.

La receta es muy fácil de hacer. Además, las rosquillas de la abuela son un clásico de la cocina que nunca pasan de moda por lo buenas que son.

Rosquillas de la abuela

Rosquillas de la abuela, ingredientes:

400 gr de harina común.
1 sobre de levadura instantánea.
2 huevos grandes.
1 chupito de licor de anís.
100 ml de leche.
75 ml de aceite de girasol.
100 gr de azúcar para la masa.
Azúcar para rebozar.
Aceite de girasol para freír.
La corteza de un limón.
Rosquillas de la abuela, elaboración:

1.- Preparamos la masa: En un bol ponemos la leche, el licor de anís, el aceite y los huevos. Lo batimos con una varilla manual todo bien. Añadimos la harina tamizada, la levadura y el azúcar. Amasamos todo bien hasta que la masa ya no se pegue en la manos. tapamos la masa con un paño y la dejamos reposar durante 1 hora.

2.- Tomamos porciones de la masa, con la manos untadas en aceite formamos unas bolas medianas con la masa.  Hacemos con el dedo índice un agujero en el centro, le vamos dando forma de rosquillas o de donuts. Las rosquillas tiene ser ni grandes ni pequeñas, con la masa puedes hacer 20 o 24 unidades.

 
3.- Calentamos abundante aceite sin que llegue a humear en una sartén o cazo. Añadimos la corteza de un limón durante unos minutos para aromatizar el aceite. Retiramos la corteza de limón, freímos las rosquillas en tandas de 4 para que se cocinen todas bien.

Las rebozamos con azúcar para que se impregne bien. Después, ponemos las rosquillas sobre papel de cocina para quitarles el aceite sobrante.

Consejo: Puedes aromatizar la masa añadiendo a la masa la ralladura de un limón o naranja.

 
Sustituir el licor de anís por Amaretto, o añadirle esencia de vainilla a la masa. Es una receta que puedes adaptar a vuestro paladar.

Puedes degustar las rosquillas o hacerlas para regalar. Igualmente las puedes comer con un buen café, café con leche o una taza de chocolate caliente.

¡Vamos a cocinar!

Igualmente puedes cocinar unas: rosquillas glaseadas o unas rosquillas de manzanas.

rosquillas glaseadas

rosquillas de manzanas